CÓMO DECORAR TECHOS Y PAREDES CON LAS MOLDURAS MODERNAS
Desvelamos uno de los secretos de interiorista mejor guardados: la forma de utilizar molduras, pero no en palacios, sino en casas actuales como la tuya. ¡Mira qué bien quedan!
Si la palabra "molduras" te traslada a palacetes, caballeros con peluca y damas asfixiadas por corpiños, dale al reset. Hoy, los interioristas las reivindican como un elemento más para decorar las casas actuales, esas con hipoteca y niños que corren.
Los nuevos modelos no se parecen a aquellas volutas historiadas dignas de los Bridgerton. Líneas rectas, diseños geométricos y juegos de alturas escalonadas realzan techos, rodapiés y paredes hasta darles un "efecto imán" , es decir, tendrán tanto impacto que quien las vea sacará el móvil y las subirá a redes antes de seguir hablándote. Y es que las molduras actuales son muy distintas a las clásicas que solemos tener en mente, con rosetones y volutas.
Son fáciles de instalar, se pueden pintar y existen en una amplia variedad de tamaños, formas y estilos. "Las molduras —explica Víctor Valentín, director de la firma especializada Orac Decor— permiten crear paneles de pared o marcos en paredes y techos. Ofrecen combinaciones infinitas para lograr espacios encantadores".
Y ya no son solo un elemento constructivo. Puedes jugar con las molduras para conseguir efectos decorativos fabulosos: realzar puertas y ventanas, enmarcar cuadros o un elemento que te apetezca destacar…
Las molduras también son fundamentales para crear una atmósfera acogedora. ¿Cómo? Con luces que se ocultan detrás de ellas para que no las veamos de forma directa, pero sí disfrutemos de la iluminación indirecta que proyectan en las paredes, el suelo y el techo. Aquí tienes un ejemplo.
Y no es lo único que ocultan: también hacen desaparecer cables con modelos que tienen espacio para ello e incluso instalaciones enteras, como en este proyecto de Pia Capdevila: "añadimos molduras en el techo porque tuvimos que bajarlo para poder esconder las instalaciones. Escogimos un diseño grande, formado por varias molduras juntas muy acorde con el estilo decorativo de toda la vivienda.", cuenta. Si te agobian las obras largas, mira la forma de renovar el baño en un fin de semana.
Y tú dirás, pero los interioristas, ¿para qué suelen utilizarlas más? Buena pregunta. La función clave de las molduras es potenciar la profundidad del espacio y vestir el ambiente, para que gane riqueza decorativa.
Y, por supuesto, también se utilizan para dar ese punto personal e intrasferible que te representa y dice tanto de ti. Porque, sí, las molduras también pueden contar a todos cómo eres…
Además, con ellas se pueden realizar zócalos que dinamicen la decoración, se adapten a zonas en curva —también existen versiones flexibles— e incluso a suelos inclinados. O arrimaderos que protejan la parte baja de la pared del roce cuando hay peques que se apoyan y dejan huellas de deditos.
Aunque, seamos sinceros, los niños no son los únicos que manchan las paredes. Ay, esa manía de poner el pie en la pared mientras uno trabaja…
Claro que, otra opción, es utilizar las molduras para crear una ilusión óptica. Por ejemplo, colocarlas en forma de retícula y con un papel pintado detrás para que parezca una ventana con vistas impresionantes. A ver, ¿qué te gustaría ver cada mañana? ¿El desierto, el mar, la jungla…? O, quizá, un jardín florido.
Aunque puede que lo tuyo sea más el rock, la buena música y los conciertos. Pues las molduras también te valen para delimitar ese rincón de la casa que es solo tuyo, y en el que las guitarras son las verdaderas estrellas.
Por cierto, si tú también tocas, te gustarán estas Los fans del XXL en general (que siempre eligen la ropa suelta, la hamburguesa gigante y el entrecot que pese más en la carta) tienen lo que buscan en los modelos XXL, la versión king size de los rosetones. Eso sí, solo son aptos para espacios con techos muy altos.
Hagamos un punto y aparte. Hemos hablado de las modernas, pero las clásicas también quedan espectaculares en una decoración actual. Recurrir a una moldura tallada en un espacio a la última, le añade un aire sofisticado.
¿Y si ya las tiene la vivienda? "Cuando encontramos cornisas —comenta Sandra Antón, de ESs, Arquitectura de Interior—, si tienen algún dibujo o entallado característico, las solemos recuperar o las replicamos: llevamos una muestra a una fábrica de molduras, nos hacen un fotolito y a partir de ahí pedimos los metros que sean necesarios. Casan fenomenal con cualquier tipo de decoración, ya sea moderna, contemporánea o tradicional".
Las elegantes molduras de este salón son el contrapunto idóneo para la librería con trasera en color negro y los muebles. Y un nuevo tip: no hace falta que pintes las paredes en un color vivo para que tus molduras destaquen. Basta con recurrir a alguno de los tonos de la gama del blanco: roto, cáscara de huevo, tiza, hueso…
Por cierto, que las molduras no siempre tocan el cielo. A veces bajan al nivel del suelo para crear un efecto de rodapié con una altura superior a la habitual. “La forma pura y las proporciones perfectas las hacen el paso ideal entre suelo y pared, independientemente del estilo de tu estancia”, puntualiza Victor Valentín.
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